ISO 9000
ISO 9000 consiste en una serie de normas inherentes a la calidad y a la administración continua de la calidad, establecidas por la Organización Internacional de Normalización (ISO), que se aplica en las organizaciones, cualquiera sea su naturaleza, que están dedicadas a la producción de bienes y de servicios.
En
esta normativa, la ISO, establece detalladamente el modo en el cual una
empresa deberá trabajar los estándares correspondientes para aportarle calidad a aquello que producen, indicar los plazos de distribución y los niveles que debe observar el servicio.
A
grandes rasgos la norma ISO 9000 se propone: estandarizar la actividad
del personal documentando su tarea; trabajar en orden a satisfacer las
necesidades de los clientes; monitorear y medir los procesos
involucrados en todos los niveles; evitar caer en los re procesos;
promover la eficiencia para conseguir objetivos propuestos; promover que
los productos mejoren constantemente, entre otros.
El
trabajo de certificación corre a cargo de entidades especiales que
auditan a la empresa y en función de ello emiten el certificado.
Asimismo, estas organizaciones están controladas por organismos locales
que regulan su desempeño.
A
efectos de asegurarse una satisfactoria certificación se recomienda que
la empresa sea asesorada por una consultora entendida en este campo.
Por
otro lado, la certificación deberá revalidarse con una periodicidad
anual con lo cual la empresa deberá someterse en esos plazos a una nueva
revisión para mantener la norma.
ISO 9001
La norma ISO
9001, o también conocida simplemente como ISO 9001, es una norma
internacional acerca del sistema de gestión de calidad y que justamente
se le atribuye a todas aquellas empresas públicas o privadas que
disponen efectivamente de todos aquellos elementos que son necesarios
para contar con una gestión de calidad que satisfaga ciento por ciento
las necesidades y expectativas de sus clientes.
La
Organización Internacional de Normalización (ISO) es el organismo que se
ocupa de desarrollar esta norma que nos ocupa y otras tantas vinculadas
a la producción de productos y de servicios. No solamente vigila que se
cumplan determinados estándares en los productos que se producen sino
también vela por la seguridad inherente a los mismos.
Si bien la sede central funciona en la ciudad de Ginebra, en Suiza, ISO, dispone de filiales en muchos países, unos 156.
Al tratarse
de un organismo no gubernamental, la ISO, no dispone de un poder de
policía para hacer que determinadas condiciones sean cumplidas, sin
embargo, lo que hace es trabajar a partir del consenso para que las
necesidades y exigencias de ambos sectores, empresas y usuarios, sean
atendidas satisfactoriamente.
Es de rigor
que los clientes siempre optarán por aquellos proveedores y empresas que
disponen de esta certificación, porque claro, les garantizará el hecho
que la empresa dispone de un correcto sistema de gestión de calidad. Es
decir, al contar con la norma ISO 9001 es porque la empresa pasó por
todos los controles requeridos y se sacó finalmente un diez en la
materia de administración con calidad.
Aún más,
está tan reconocida mundialmente esta norma como garantía de calidad que
las empresas se jactan en sus avisos promocionales de contar con la
misma.
El
relevamiento que se efectúa en relación a esta norma lo realiza un
profesional idóneo en la materia, cada seis meses, aproximadamente, y
tras esa auditoría que desarrolla se podrá evaluar si corresponde o no
extenderle la Norma ISO 9001 a la empresa en cuestión.
Vale
indicarse que el modelo de gestión propuesto por ISO puede implementarse
en cualquier actividad, se adapta a cualquier producto y servicio y a
cualquier tamaño de empresa.
Buenas prácticas de Manufactura
La Buenas
Prácticas de Manufactura son una herramienta básica para la obtención de
productos seguros para el consumo humanoss, que se centralizan en la
higiene y forma de manipulación.
Son útiles
para el diseño y funcionamiento de los establecimientos, y para el
desarrollo de procesos y productos relacionados con la alimentación.
Contribuyen al aseguramiento de una producción de alimentos seguros, saludables e inocuos para el consumo humano.
Son
indispensable para la aplicación del Sistema HACCP (Análisis de Peligros
y Puntos Críticos de Control), de un programa de Gestión de Calidad
Total (TQM) o de un Sistema de Calidad como ISO 9001.
Se asocian con el Control a través de inspecciones del establecimiento.
Las
Normas de Correcta Fabricación (NCF) (en inglés Good Manufacturing
Practice, GMP) son aplicables a las operaciones de fabricación de
medicamentos, cosméticos, productos médicos, alimentos y drogas, en sus
formas definitivas de venta al público incluyendo los procesos a gran
escala en hospitales y la preparación de suministros para el uso de
ensayos clínicos para el caso de los medicamentos.
Se
encuentran incluidas dentro del concepto de Garantía de Calidad y
constituyen el factor que asegura que los productos se fabriquen de
forma uniforme y controlada, de acuerdo con las normas de calidad
adecuadas al uso que se pretende dar a los productos y conforme a las
condiciones exigidas para su comercialización. Las reglamentaciones que
rigen las NCF tienen por objeto principal disminuir los riesgos
inherentes a toda producción farmacéutica.
Los riesgos
existentes son esencialmente de dos tipos: contaminación (en particular
de contaminantes inesperados) y mezclas (confusión).
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